Los medios locales han mostrado el
accionar del Concejo de Seguridad de la Alcaldía de Arauca como un operativo
con todas las entidades para responder al problema que consideran neurálgico:
la migración venezolana, y el paso irregular por canoas en el municipio. Sin
embargo, la primera imagen que pude elaborar de ese ejercicio es el del alcalde
Edgar Tovar en un parque haciendo aseo pero con armas.
Lo que sabemos es que el problema
per se es el narcotráfico, camuflado en trata de personas, delincuencia común y
la irregularidad del paso, generado por la indiferencia del gobierno de la
República de Maduro y los flojos opositores bolivarianos. Así que si el
narcotráfico es el que impera las disidencias son las que tienen el mando:
cocaína, armas, oro, dólares y trata de personas: el pan de cada día en esta
zona de frontera que se evidencia en el aumento del comercio, específicamente
insumos de la canasta familiar y demás productos que hacen parte de la vida
cotidiana para los venezolanos.
Sin embargo, este comercio ilegal
es inexistente pues las noticias policiales en este sentido son mínimas, casi
desconocidas en más de 6 años que ha estado cerrada la frontera, y desde el
Acuerdo Final en el 2016 cuando hay una brecha frente a la erradicación
voluntaria por parte de las FARC-EP en su momento, y que puso al departamento,
y al Culibajito de Alvarado Bestene en el horizonte internacional por ser uno
de los primeros en realizarlos.
¿Qué es lo que mueve
económicamente a la delincuencia organizada y a las disidencias para que exista
un enfrentamiento y posterior secuestro/detención de “El enano”? Lo que es
conocido es que este otro señor Culibajito tenía bajo su poder las vacunas del
paso y comercialización del malecón "ecoturístico" y donde
los pasos hacia Venezuela funcionaban 24/7 frente a la bella y no
menospreciable nariz del querido Edgar Tovar, alcalde de Arauca
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