Primera Carta a Alegría. Por estos días

Desde hace unos años vengo pensando en escribirte cartas, Alegría. En este momento tienes 5 años y yo 41 años como un buen ron, además ya por poco aprendes a leer. Ojalá vuelvas a esta carta cada vez que lo necesites. Lo primero que te digo es que te extraño cada día, aunque me incomodas en la cama pues pateas y te mueves por toda la cama, hasta te despiertas en medio de la noche, preguntas o dices algo y vuelves a dormir. Todo esto también me ocurría de niño, según recuerdo. 

Hay un montón de cosas en las que nos parecemos. Biológicamente heredamos el cuerpo de tu abuela, somos guapos y patones. Así como específicamente tenemos los mismos pies y casi los mismos dedos: hay un combinado genético particular. Yo la verdad espero que te estires mucho, que tengas la alturas de tu abuela o de tus tías abuelas paternas: Eloisa y Teresa. Bueno todas tus tías abuelas vivas a la fecha son: Teresa y Sara. Las que ya fallecieron mi Tía Eloisa y Josefa. De los hombres solo vale la pena nombrar a mi tío Victor. Y pues de parte de mi papá Pablo Antonio Angarita Vera pues solo están cerca mi tío Chucho y mi tío Guillermo. 

Te cuento que por estos días ando contento y bastante mejor anímicamente: hay muchas posibilidades de vincularme laboralmente y de emprender, rebuscarme, montar empresa este año. El 2022 fue divertido pero pesado para poder enviar dinero para tus cosas. Un año con muchas frustraciones y fracasos: así es la vida: vacas gordas, vacas flacas... una constante de fracasos y sufrimiento. Por ello, es importante tener la voluntad (a los Schopenhauer) de levantarse y seguir. 

Por estos días, voy a retomar en intervalos de lo que estoy haciendo laboralmente la lectura. Espero iniciar con Otros Colores de Orhan Pamuk que son escritos cortos sobre la cotidianidad del autor, su entorno familiar, su labor como escritor, entre otros detalles de fina coquetería. 

También te quiero decir que tengo muchas ganas de continuar el proyecto de ciencias que empezamos sobre las arañas que habitan tu casa, mi casa en Arauca. Vamos a ver cómo se da y construir un kit de biología para hacer desde cero. 

En la casa estamos bien. Lo normal de cualquier familia: encuentros, desencuentros, problemas de comunicación, pero pues hay que buscar las herramientas para poder decir aquellas cosas que nos molestan y nos perjudican. Construir acuerdos y resignificar acciones y cosas de nuestro entorno. 

Frente a todo esto tengo que decirte que cuando estás Arauca los colores palpitan y se mueven derredor a toda tu curiosidad, ternura y energía. 

Te amo, y tengo saudade de tí

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